por DP

Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres:… – Juan 4:28

Mucho se ha escrito y dicho acerca de este encuentro entre Jesús y la mujer samaritana junto al pozo de agua. Una mujer que tenía creencias religiosas como lo demuestra su declaración de dónde la adoración debía realizarse. Pero lo que evidentemente era claro, era la sed que tenía en su vida. Su pasado y su presente eran un recordatorio constante de la misma. Y en esta escena vemos que el Único que podía saciar la sed de su alma y cambiar el rumbo de su vida le está pidiendo un poco de agua.

Su mente hacía referencia a una vida diferente. Estaba usando su estado actual, su sed actual, su carencia actual para interpretar las palabras que Jesús le estaba hablando a su vida. ¡Si ella supiera quién estaba hablando con ella! Pero luego de este encuentro sus ojos se abrieron, y su vida cambió. La verdad y el amor la confrontaron al mismo tiempo. Ella había estado buscando el amor en muchos lugares y a través de muchos hombres, para quedar cada vez más sedienta y con falta de amor. Pero hoy esto era diferente. La forma en que satisfizo su sed era nueva para ella. Ese día dejó en el pozo su antigua forma de satisfacer su sed, de satisfacer su alma. Ella dejó allí el cántaro. Dejó su vieja manera de vivir cuando el Agua de Vida la confrontó.

Podrías estar en un momento de la vida en que estás cansado ​​de tratar y tratar muchas formas diferentes de satisfacer tu alma. Estás cansado de la misma situación, estás cansado de la lucha, de darte cuenta de que ser religioso no satisface tu profundo deseo de relación; relación con Dios. Cuando nos damos cuenta que lo que necesitamos es más, dejamos nuestras viejas formas de satisfacer nuestras necesidades. Tenemos que abrir el corazón y rendirlo a Dios.

Hoy el llamado a la acción no es una ceremonia religiosa, ni una penitencia para mostrar tu devoción, sino un paso de rendición. Es una acción consciente de dejar las maneras en que se confiabas para llenar tu alma. Es un acción de dejar el cántaro que has estado llevando toda tu vida. No lo necesitas más. Así que hoy, déjalo en el pozo, y sigue con una nueva dirección.

No más sed, no más vacío, no más desesperación, ni más dolor. Cambia el cántaro de promesas vacías por el El Agua de Vida que llenará tu alma sedienta con el amor interminable. Deja el cántaro.

“RESPIRA con expectación, VIVE con confianza y MUÉVETE con valentía”

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