De un error a un milagro


por DP

Y el Señor le dijo a Josué: ‘No tiembles ante ellos, pues yo te los entrego; ninguno de ellos podrá resistirte.” Josué 10:8

Josué había recibido instrucciones de eliminar a todos los enemigos de Israel. Lo había hecho en Jericó, y en la ciudad de Hai. Pero hizo una promesa de perdonar la vida de los Gabaonitas. Muy probablemente ellos serían los siguientes en la línea de derrota, al igual que las otras ciudades. Es por eso que cuando en el pueblo de Gabaón se enteraron de esto, recurrieron a una artimaña. Ellos se disfrazaron como habitantes de una ciudad lejana, con ropa desgastada y con panes enmohecidos. Por lo que Josué hizo un tratado de paz con ellos que les permitiría vivir, y los líderes de la asamblea lo ratificaron bajo juramento. Josué no procuró buscar la voluntad de Dios sobre este asunto y se comprometió a sí mismo y a la nación. Cuando las ciudades vecinas oyeron de esta alianza, un ejército se reunió para atacar a Gabaón. Pero a causa del juramento, ahora Israel tenía que protegerlos.

Incluso cuando Josué no consultó a Dios acerca de esta decisión, que claramente tenía un efecto obligatorio, Dios hizo un milagro aquel día; el sol se detuvo por un día entero. Josué estaba en esta situación debido a una mala decisión que había tomado, un error. Sin embargo, Dios actuó en su favor y escuchó su oración.

Puede que te cuestiones cada decisión que has tomado y cada acción realizada en el pasado que causó el que estés en la situación en que te encuentras hoy. Podrías sentirte que no hay uso en pedirle a Dios por dirección, ya que fuiste tú quien que lo echó a perder todo, y arremetes y te acusas ti mismo. Puedes incluso estar teniendo estas conversaciones a solas en tu vehículo, preguntándote ¿por qué fui tan ingenuo? ¿por qué no pude ver esto? ¿por qué me confié? Pregunta tras pregunta que sólo están haciendo que una mala situación te haga sentir peor, y al mismo tiempo, traduces este fracaso y lo haces tu identidad. El fracaso no te define. El fracaso es un evento, nunca una persona.

Deja de degradarte. Deja de cuestionar por qué hiciste o dejaste de hacer o decir algo. Sacude de tu vida esas voces que te acusan y sigue adelante. El pasado no puede ser cambiado, pero el futuro está esperando a ser transformado por ti. Puedes darle vueltas y vueltas al mismo asunto por el resto de tu vida o hacer algo al respecto. Puedes seguir quejándote o decidir levantarte y cambiar tu vida. Eso fue lo que hizo Josué. Marchó todo el camino hacia la batalla. Estaba en ella debido a un error que había cometido, pero aún así marchó para ganar la batalla y al hacerlo, un gran milagro se desplegó. El sol se detuvo.

Así podría ser contigo. Si te levantas y marchas, Dios puede cambiar las cosas en tu vida, aun si tú mismo has provocado la situación. Si crees, Dios puede cambiar todo a tu alrededor. Él puede hacer que el sol se detenga, por ti. Verás tu vida desarrollarse de un error a un milagro.

¿Te gusta este escrito y deseas compartirlo? Simplemente añade tu comentario abajo en “Leave a Reply” o compártelo en Facebook, Twitter, o por correo electrónico usando cualesquiera de los botones al lado de “Share this:”

© Copyright DP, 2011

1 thought on “De un error a un milagro

COMMENT ON THIS POST