Ven al pozo


Ella estaba sedienta. Más de lo que realmente sabía o quería admitir. Su corazón roto latía en su pecho cada vez más rápido. Ella no podía entender por qué se sentía de la manera en que se sentía. Así es que se sentó a la mesa. Sus ojos mirando hacia la nada, pero su mente viajó atrás en el tiempo, pensando, deseando. Se cuestionaba todo. ¿Qué fue lo que la convirtió en quien era ahora? ¿Sería la falta de amor creada por el rechazo constante de sus padres? ¿Podría haber sido que las enseñanzas religiosas arraigadas en su pasado habían creado este vacío? ¿Reglas, restricciones, pero ninguna relación? Ella había aprendido acerca del amor de la manera en que muchos otros habían aprendido. Tal vez, el vacío en su interior era la fuerza que la impulsaba a buscar la aceptación en todos los lugares equivocados. El dolor reapareció cuando se dio cuenta que había buscado el amor en todos los lugares secos.

De repente, las voces del camino la sacaron de esta introspección. Así que, miró por la ventana, asegurándose de que todo el mundo ya había regresado. Su vergüenza la había abstenido de aventurarse a salir hacia el pozo. En un rincón, el cántaro vacío, el utensilio del que ella había dependido tanto. Y luego el camino hacia el pozo, ese camino que se sabía de memoria. Ese camino imitaba la historia de su vida, siempre deseando, siempre necesitando más y más, pero al final, se quedaba un alma insatisfecha. “No tiene sentido”, dijo para sí: “esto nunca tendrá fin.” Al salir, la puerta hizo un ruido chirriante, ya que se cerró tras ella, y con cada paso llegó un recuerdo, y con cada recuerdo llegó más dolor.

Cada intento infructuoso en su vida para ser amada, llena y aceptada, habría de terminar hoy. Este día será recordado para siempre. El Amor la estaba esperando junto al pozo. La Vida la esperaba sólo a ella. Fue ese día en que su alma habló las palabras que había querido decir toda su vida. Las palabras que cambiarían su vida finalmente salieron como un prisionero puesto en libertad: “Por favor, señor —le dijo la mujer—, ¡déme de esa agua! Así nunca más volveré a tener sed y no tendré que venir aquí a sacar agua” Ese día dejó atrás su cántaro porque dejó una vida de vacío y de rechazo, porque ella fue al pozo.

Hoy tu vida puede cambiar también. Ese abrazo que has estado anhelando está en el pozo. El hombre de Galilea que caminó sobre el agua, que levantó los muertos y derrotó el pecado te espera con los brazos abiertos. Él saciará esa sed profunda que tienes en tu interior y no importa lo que hayas hecho, todo será nuevo.

Este es el día, sólo ven al pozo.

“RESPIRA con expectación, VIVE con confianza y MUÉVETE con valentía”

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© Copyright Danny Maldonado, 2012
Las citas bíblicas son tomadas de la Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, derechos de autor © 1996, 2004, 2007 por Tyndale House Foundation. Usado con permiso de Tyndale House Publishers, Inc., Carol Stream, Illinois 60188. Todos los derechos reservados.

¡Feliz Día de las Madres!


por DP

El día está a punto de terminar, su cabeza reposa en la almohada, su cuerpo está cansado del día y sin embargo, su corazón está todavía muy despierto. Las preguntas están llenando su mente y agarrando su corazón . Preguntas que sólo ella puede hacer y respuestas que se aplazarán por años. Las respuestas que tomarán períodos prolongados de tiempo para ser ensambladas. A través de su mente, pensamientos corriendo hacia atrás y adelante. Pensamientos de las posibilidades, el futuro, su sonrisa, ¿En qué se convertirá? ¿Voy a hacerlo bien?

Al menor ruido se apresura en medio de la noche para verificar. Ella tiene un ojo para los detalles más intrínsecos, cada parte de él es conocido por ella. Ella no toma ningún riesgo y comprueba y vuelve a verificar cada centímetro. Y ella lo mira una vez más, como si fuera la primera vez, pasa sus manos por su pelo y besa su frente. No hay una explicación imaginable de la inmensa devoción que ella es capaz de experimentar. Este amor intenso que no se puede explicar con simples palabras; tiene que ser vivida. Comenzando con la la entrega de todo su cuerpo, para ser utilizado como una vasija que creará vida. Ella estaba dispuesta a ser cambiada, y lo hizo.

El tiempo ha pasado. Loncheras , días de juegos, recitales, presentaciones, graduaciones, bodas, el escenario del cual estaba llena su vida, ha pasado, sin embargo, todavía están vivos en ella y lo revive como si estuviera sucediendo hoy. Su piel no es la misma, sus manos muestran el precio del trabajo intenso, pero de amor incuestionable, siempre están extendidas. No hay nunca un mal momento para llamar, no hay un mal momento para preguntar, incluso cuando ha sido agraviada por quien ella más ama. Cuando sus pasos lo llevan fuera de su vista, su corazón va caminando con él y los pensamientos corren nuevamente. Y ella ora, y ella confía, esperando el momento de otro abrazo. Y el momento en que se lleva a cabo o su voz es escuchada, todo se siente seguro, todo está bien.

Es comprensible, porque el día que él nació a la vida, ella nació para el llamado más grande que cualquier otro. Y no importa la edad, ya sea de un mes, un año, cuarenta, cincuenta o setenta y cinco, ella recuerda y ama como si fuera la primera vez que sus ojos vieron tu rostro. Ella es una madre.

A mi madre, y a todas las madres hoy, ¡Feliz Día las Madres!

La fortaleza de la mujer


por DP

“Ve y reúne a todos los judíos que están en Susa, para que ayunen por mí. Durante tres días no coman ni beban, ni de día ni de noche. Yo, por mi parte, ayunaré con mis doncellas al igual que ustedes. Cuando cumpla con esto, me presentaré ante el rey, por más que vaya en contra de la ley. ¡Y si perezco, que perezca!” Ester 4:16 NVI

Hay algo increíblemente especial sobre la fortaleza de una mujer. Nace en el lugar más intrínseco de su ser, es evidente en cada paso que ella toma. Se puede ver en los momentos más difíciles. La fortaleza de la mujer la hace incapaz de dar marcha atrás; defienden lo que creen. Es la fortaleza lo que la convierte en un ser determinado en todo lo que hace, en efecto, en la vida, en el sacrificio y en el amor. Un regalo que Dios mismo ha depositado en toda mujer con vida.

Ester, una joven judía en tierra extranjera, tenía un ardiente deseo de salvar a su pueblo. Ella estaba en una posición privilegiada, una posición favorecida, ella iba a casarse con el rey. Pero cuando se presentó el momento de elegir entre mantener su status quo o salvar a sus seres queridos, el amor triunfó. Esto no fue una decisión fácil. Fue un momento en el que su vida estaba en juego. Si alguien se presentaba ante el rey sin ser invitado y él no se extendía su cetro hacia el visitante, él o ella moriría. Así que, Ester sabía muy bien a lo que se estaba enfrentando. Comprendió que tenía una opción y que podría quedarse y no hacer nada. Había estado disfrutando por meses de tratamientos de aceite y perfumes destinados a quien se convertiría en la esposa del rey. A ella se le había otorgado la oportunidad de estar en un lugar alto y podía caminar a lo largo y mantener su paz.

Sin embargo, algo más grande que ella estremecía su espíritu. Tanto, que estaba dispuesta a darlo todo, incluso el ir en contra de lo establecido. Estaba dispuesta a morir. “Y si perezco, que perezca”. Entonces, ¿de dónde viene esta cualidad? Se trata de la esencia indescriptible de Aquel que la creó. El amor. La fortaleza de una mujer nace en el amor, no es una emoción, sino un movimiento, un combustible que le hace hacer cualquier cosa que su corazón le impulse, sin importar las consecuencias, incluso la muerte. A las mujeres no les importa si se ven raras o si se ven o parecen desatinadas frente a los demás cuando tienen que defender lo que aman. El honor de su casa, su esposo o sus hijos, su vida seguirá, dondequiera que esté su amor. Ester triunfó, logró lo que su corazón le movió a hacer. El amor siempre triunfa.

Veamos de manera mas cercana, es natural para una mujer el ser así. Por lo tanto, no es extraño que Dios exprese su carácter a través, de la fortaleza de la mujer.

“RESPIRA con expectación, VIVE con confianza y MUÉVETE con valentía”

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