por DP

Cuando Saúl se dio vuelta para alejarse de Samuel, Dios le cambió el corazón, y ese mismo día se cumplieron todas esas señales. 1 Samuel 10:9

Samuel acababa de ungir a Saul, y le dio instrucciones específicas de lo que luego sucedería luego. Considera esto; Los burros que le pertenecían al padre de Saúl estaban perdidos, y Dios se encargó de eso. Se le dieron los detalles específicos de quién diría qué, cuándo y dónde. Entonces se dirigiría a otro lugar para buscar a tres hombres, que llevaban carneros, y a otros tres hombres que llevaban pan, los cuales él debía recibir. Iría luego a una colina donde encontraría a un grupo de profetas con instrumentos musicales que se estarían profetizando. En ese momento específico el Espíritu del Señor lo sobrecogería y él también haría lo mismo. Y, entonces él se convertiría en otro hombre.

Verás, Saúl salió a buscar los burros de su padre, pero Dios vino a ungirlo como rey de Israel. Él iba a ser el primer rey de Israel, así es que Samuel le dio todas estas instrucciones, que realmente eran, señales extraordinarias de lo que vendría. Para poder seguir fielmente todas estas instrucciones, Saúl necesitaba definitivamente otro corazón, y Dios lo sabía.

Es tan maravilloso cómo cambian nuestras vidas cuando oímos Su voz, cuando escuchamos su instrucción a través de su Palabra. Si escuchamos cuidadosamente Él nos mostrará señales extraordinarias cada día, y nos instruirá en el qué, dónde y cuándo. ¿Necesitas tú otro corazón? Toma tiempo para buscar y para seguir sus instrucciones y para inquirir en la palabra de Dios. Él puede demostrarte señales extraordinarias. Pero si escuchas cuidadosamente su palabra, verás que la señal más extraordinaria es que Él te dará otro corazón.

Así es que dile, “Señor dame hoy otro corazón”

¡RESPIRA con expectación, VIVE con confianza y MUÉVETE con valentía!

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