por DP
Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman,s los que han sido llamados de acuerdo con su propósito. Romanos 8:28
Esta mañana, después de que los niños salieron para la escuela, me quedé en casa para atender a las tareas de la mañana que tengo que hacer (o, que a veces me impongo a mí mismo a hacer), me fui a mi cuarto a vestirme para el trabajo. Seleccioné un traje, una camisa, corbata, cinturón y por supuesto, mis zapatos. Entonces me di cuenta. Estos son zapatos muy bonitos y cómodos, pero no están particularmente limpios. Así que aún cuando no me gusta hacerlo me dirigí a limpiar y a brillarlos. Este es un proceso que no me gusta, porque terminas con las manos sucias y pegajosas, y después de hay que lavarse las manos profundamente para quitarse la cera.
Obviamente, no soy un profesional haciendo esto, pero sí me aseguro de que todo quede limpio y brillado. Este es mi proceso: empiezo con un cepillo grueso para limpiar el zapato entero. Luego selecciono la cera para brillar y la aplicarlo ya sea a mano o mediante un cepillo más pequeño capaz de penetrar en los lugares más intrincados del zapato, alrededor de la suela y entre los cordones. Dejo que se seque un poco y comienzo a cepillar el exceso usando el mismo cepillo con el que empecé. Me hace sentir bien cuando comienzo a ver el brillo que sale. Pero todavía hay más por hacer. Este brillo es todavía un poco opaco. Para eso tengo otro cepillo, que tiene cerdas más suaves y gentiles que cuando se aplica al de zapato, revela más lustre. Este es un cepillo que me gusta utilizar, porque revela un zapato más agradable, uno que yo estaba buscando. También uso un paño, que brilla aún más lo que el cepillo había tratado y dejado atrás.
Mientras yo hacía esto, me puse a pensar cómo Dios brilla nuestras vidas cada día, si se lo permitimos. Verás, hay una decisión que tienes que hacer. Es decir, la constatación de que necesitas ser limpiado y pulido. Y después de eso, ir en dirección a un lugar o hacia la circunstancia que iniciará ese proceso. Una vez allí, si uno está sucio y sin brillo, un cepillo mas grueso hará el primer trabajo de limpieza y preparación de la superficie, entonces recibirá lo que te hace falta, aquello que pulirá tu vida. Una vez aplicado, los excesos son eliminados y el brillo comienza a ser revelado. Después de eso lo único necesario será, el mantener y dar los toques finales.
Decide hoy salir al lugar del pulido. Decide hoy mantener tu vida en total brillo. E incluso cuando las situaciones parecen ser muy ásperas y dolorosas en la vida y posiblemente no las entendamos, puede ser que Dios las utiliza para limpiar y pulirte. Puede ser la única manera de que el brillo de tu vida se dará a conocer al mundo y así dar la mejor impresión. Tal vez Dios está usando esta circunstancia, este momento incómodo para darle un giro a tu vida y hacer que brille como nunca antes. Todo comienza con una decisión que sólo tu puede hacer. Así que adelante, brilla tus zapatos.
“RESPIRA con expectación, VIVE con confianza y MUÉVETE con valentía”
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Me gusto mucho, ese brillo que esta en uno hay que sacarlo y dejar saber porque tenemos este brillo es por lo qe Dios hizo en nosotros.
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