Han sido quince años, y parece ser que sólo unos pocos días han pasado. Aún recuerdo como si se tratara de hace sólo un momento. La carita mojada que se me presentó ese día. Y los ojos que me miraban, me cautivaron de inmediato, me atrajeron. Yo no sabía qué hacer. Quiero decir, él se veía tan pequeño y tan frágil, así que le di un beso en la frente y le dije: “Dios te bendiga hijo, bienvenido a la vida”. Mientras era llevado de vuelta a la guardería, me eché a llorar, me sobrecogieron tantas emociones, ¡Acababa de tener un hijo, me había convertido en padre!
Eso fue hace quince años hoy. Todavía le beso la frente, todos los días. Me siento orgulloso de él, y no puedo esperar a ver lo que Dios hará en y a través de él. Quince años, parece mucho, pero es tan poco tiempo. La vida es un parpadeo y debes abrazar cada momento y a los que te rodean.
Feliz cumpleaños Alex! Te amo con todo mi corazón, y eso nunca va a cambiar. Tú lo sabes muy bien, Tú y yo nacimos el mismo día, tu naciste a la vida y yo nací a la aventura de ser papá. Y no cambiaría eso por nada.