Deja que los sentimientos se pongan al día luego


¿Alguna vez has tenido uno de esos días? Los que empiezan con un “no”, e incluso cuando aún no ha terminado, uno piensa que terminará de la misma manera? Son días muy interesantes por demás . Tuve uno no hace tanto, y los que me conocen bien, saben que la palabra “No”, no resuena bien conmigo.

Cada vez que me enfrento a esto reacciono de muchas maneras, la más persistente es ser más resuelto, a veces un sinónimo en mi idioma, ser más terco. ¿Qué impulsa  esto en mí? ¿Por qué reacciono de esta manera? Muchas veces me confundo cuando alguna situación contraria viene en mi camino. ¿Cómo debo reaccionar? ¿Qué debo decir? ¿Debo esforzarme más o dejarlo ir? ¿Debo tomar una ruta diferente o imponer mi caso con más fuerza? ¿Qué haces cuando tu hija o hijo llega a casa y dice: “No entré al equipo”, o “No pasé la prueba para la que estudié tanto”. O tu esposo llega y te dice “, el banquero dijo que nuestra solicitud fue denegada “. Días, semanas, meses e incluso años, de escuchar “No” , sin duda puede llegar a ser inquietante y desalentador.

Hace poco leí una frase que decía: “Confía en Dios completamente y deja que tus sentimientos se pongan al día después”. Esto es tan cierto. Tenemos la tendencia a reaccionar sobre la base de lo que sentimos y comprendemos con nuestros sentidos naturales. Esa es la manera en que Dios nos creó para que pudiéramos percibir el mundo que nos rodea. Pero Pablo nos dice en la carta a los Corintios, un nuevo paradigma; vivimos por lo que creemos y no por lo que vemos. A veces es difícil, porque nos hemos condicionado a considerar como verdadero sólo lo que podemos probar, ver o tocar. A menudo sostenemos nuestros argumentos con declaraciones, como “Tengo que ser un buen administrador”, “es un buen ejemplo ser un ejemplo”, y muchos más. Y sí, estas declaraciones son ciertas y no quiero minimizar la importancia de ellos, todo lo contrario, pero lo que estoy diciendo es que deberíamos tener la clase de fe que asombra a Dios. Fe incondicional en la palabra de Dios para nosotros.

Cada promesa, cada palabra, cada dirección que su palabra nos da es verdadera, confiable y segura, sin importar dónde estemos o lo que estemos enfrentando. Lo sé, no tengo idea de lo que estás pasando, y es verdad, nadie puede procesar los eventos en tu vida de la misma manera que lo haces tú. Pero lo que puedo decir es que yo he experimentado los días, las semanas los meses y aún los años de “no” en mi vida. Y es en esos momentos en que el único lugar sostenible, seguro para mí y mi familia ha sido la palabra de Dios y sus promesas.

Puedes llamarme infantil o incluso ignorante si deseas, pero en mi casa hemos decidido tener la clase de fe que sorprenderá incluso a Dios. Creer en las cosas que no podemos ver y confiar en que todo lo que se ha creado, incluso nuestros propios sentidos, se pondrán al día después. Te animo a hacer lo mismo. Está bien reconocer que no estamos allí todavía. Pero levántate y admítelo ante Él y pide en oración por una fe más grande, ese es el primer paso hacia la grandeza.

Sus promesas son verdaderas, su palabra es real por lo que hemos decidido caminar por fe y dejar que nuestros sentimientos se pongan al día después. Tu puedes hacer lo mismo.

“RESPIRA con expectación, VIVE con confianza y MUÉVETE con valentía”

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© Copyright Danny Maldonado, 2012
Las citas bíblicas son tomadas de la Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, derechos de autor © 1996, 2004, 2007 por Tyndale House Foundation. Usado con permiso de Tyndale House Publishers, Inc., Carol Stream, Illinois 60188. Todos los derechos reservados.

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