Moja tus pies


Era la temporada de la cosecha, y el Jordán desbordaba su cauce. Pero en cuanto los pies de los sacerdotes que llevaban el arca tocaron el agua a la orilla del río, el agua que venía de río arriba dejó de fluir y comenzó a amontonarse a una gran distancia de allí, a la altura de una ciudad llamada Adán, que está cerca de Saretán. Y el agua que estaba río abajo desembocó en el mar Muerto hasta que el lecho del río quedó seco. Después, todo el pueblo cruzó cerca de la ciudad de Jericó. Josué 3:15-16

Esta historia habla sobre el milagro increíble Dios hizo para el pueblo de Israel. Josué había recibido instrucciones para cruzar el río y conquistar Jericó. Este compromiso no era pequeño. Esta generación no era el misma que había salido de Egipto, y visto el dividir del Mar Rojo. Este momento en el tiempo, incluso para Josué, era territorio nuevo. Instrucciones claras le fueron dadas. El pueblo de Israel debía moverse cuando el Arca del Pacto se moviera. La historia continúa diciendo que en el momento en que los pies de los sacerdotes se mojaron, el río Jordán se amontonó a una gran distancia de ellos permitiéndoles pasar al otro lado sobre tierra seca.

Hay mucho que aprender de esta historia, y sobre su contexto, pero una cosa se destaca. Tan pronto como los pies de los sacerdotes tocaron el agua, el flujo del río se detuvo. Lo que parecía imposible, fue posible, lo que nunca hubiera pasado por la mente del pueblo de Israel, pasó ante sus ojos, tan pronto como los pies de los sacerdotes tocaron el agua.

Es posible que te enfrentas hoy con una tarea imposible delante de ti, un territorio desconocido. No ves ningún lugar seco y seguro por el cual ir y tu corazón se consterna a lo que tus ojos están viendo. A veces, acabamos sentándonos a la primera señal de oposición o problema que se presenta. Puede parecer difícil lo que enfrentas hoy en día. O puede que ni siquiera sabes lo que te estará esperando en el otro lado. Pero para conocerlo, tienes que moverte.

Tu milagro no ha de ocurrir sin tu participación. Tienes que moverte, hay que mojarse los pies. Y cuando Dios ve este paso audaz, este paso de fe, las aguas, el problema, la oposición, se retirarán, no cerca de ti, pero muy lejos. Así que hoy, deja de quejarte, deja de temer y muévete con valentía en la promesa de Dios para ti. Tienes que mojarte los pies para ver el agua detenerse. Verás el problema, la situación, retirarse antes de tus ojos y el camino delante de ti será seco, seguro y prometedor.

Teddy Roosevelt una vez dijo, “Es mucho mejor atreverse a cosas poderosas, a ganar triunfos gloriosos, aunque accidentado por el fracaso, que estar con los espíritus pobres que ni disfrutan ni sufren mucho porque viven en la penumbra gris que no conoce ni la victoria ni la derrota.”

La instrucción es clara; sigue adelante y moja tus pies .

“RESPIRA con expectación, VIVE con confianza y MUÉVETE con valentía”

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© Copyright Danny Maldonado, 2011

Las citas bíblicas son tomadas de la Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, derechos de autor © 1996, 2004, 2007 por Tyndale House Foundation. Usado con permiso de Tyndale House Publishers, Inc., Carol Stream, Illinois 60188. Todos los derechos reservados.

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