En el capitulo once del libro de Hebreos, vemos un sinnúmero de ejemplos de fe que son expuestos para nuestra inspiración. Todos y cada uno de ellos manifestó su fe no sólo en términos de una emoción o una filosofía, pero también se manifestó por una acción.
Abel, por la fe trajo una ofrenda más aceptable a Dios. Noé construyó el arca para salvar a su familia del diluvio predicando acerca de algo que nunca había ocurrido antes. Abraham por la fe dejó su tierra a un lugar que no conocía y fue por la fe que ofreció a su hijo como un sacrificio. Por la fe Isaac prometió bendiciones a sus hijos. Por la fe los padres de Moisés lo escondieron durante tres meses, y cuando él creció liberó a los hijos de Israel de la esclavitud. Por la fe el pueblo de Israel marchó a través del Mar Rojo, y también alrededor de Jericó hasta que las murallas se cayeron. Por la fe, Rahab escondió a los espías por lo que su vida fue perdonada y se convirtió en parte de la genealogía de Jesús.
En cosa es cierta, la fe sin obras es muerta, por lo cual la acción tiene que suceder. No es suficiente el sentarse y hablar acerca de lo que te gustaría hacer. A menos que actúes, es sólo una ilusión. Es posible que te escondas detrás de la cortina de la inacción, racionalizando que estás siendo cuidadoso y calculador. Existe es sin duda un espacio y un tiempo para eso. Pero Dios no envió a su único Hijo a esta tierra para ser cauteloso. Él vino a ser peligroso y murió en la cruz por ti y por mí. Él hizo esto, sabiendo que por la fe tú y yo seríamos salvos, ¿Puedes verlo?, Tuvo que actuar a favor nuestro.
La fe es acción. La fe es volverse vulnerable. La fe es caminar, incluso cuando no tenemos todo calculado. La fe es seguir adelante aún cuando no puedes ver una ruta clara. La fe es a veces lo opuesto a la razón. Estoy de acuerdo, la fe es peligrosa. Sin embargo, estamos llamados a caminar donde nunca hemos caminado antes. A actuar en obediencia aun cuando todo el mundo piensa que estamos fuera de nuestras mentes. La fe es ser audaz y no retener nada. La fe es moverse a convertirse en todo lo que Dios quiere que seamos. La fe es mirar hacia el futuro, aun cuando nuestras circunstancias empañar nuestra visión, y creyendo que lo que ha prometido se cumplirá. Martin Luther King Jr. lo dijo de esta manera: “La fe es dar el primer paso, aún cuando no veas toda la escalera”.
La fe es confiar que Dios tiene un plan mejor para nosotros y moverse en obediencia. La fe es movimiento.
“RESPIRA con expectación, VIVE con confianza y MUÉVETE con valentía”
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© Copyright Danny Maldonado, 2012
Las citas bíblicas son tomadas de la Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, derechos de autor © 1996, 2004, 2007 por Tyndale House Foundation. Usado con permiso de Tyndale House Publishers, Inc., Carol Stream, Illinois 60188. Todos los derechos reservados.
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