Decir “No”, crea capacidad


¡Qué difícil es a veces! Decir esa palabra temida por el nuevo escritor, el predicador en ciernes, el empresario en crecimiento o el artista aspirante, es difícil. Para los más experimentados también es difícil decirla. La palabra de dos letras, “NO”. Cuando nos decimos a nosotros mismos, “esto hará toda la diferencia”, diciendo que no en nuestras mentes, es detener cualquier progreso o incluso matar nuestros sueños. Es difícil decir que no a veces, no porque tengamos miedo, sino porque luchamos con la idea de que la oportunidad presente puede irse de nuestra manos y no lo volveremos a ver.

En realidad, aceptando todo lo que se nos presenta, es un reflejo de lo mucho que nos valoramos a los ojos del mundo. Puede ser que para llegar a ser lo que siempre has soñado ser, aprender a decir que no es precisamente lo que necesitas practicar. Quiero ser claro, no estoy sugiriendo que te hagas pasar por alguien negativo. Todo lo contrario, tus habilidades personales son muy importantes desarrollarlas. Lo que estoy sugiriendo es que te conviertas en una persona más selectiva. Aprender a decir no a las buenas oportunidades abre tu capacidad para aceptar las mejores. Muchas veces luchamos con esto, a mí también me sucede, pero es especialmente difícil cuando se está comenzado a emprender algo nuevo. Siempre hay una curva de aprendizaje para toda línea de negocio, oficio o vocación, pero si damos un paso atrás y estudiamos con detenimiento los que se han destacado en el campo que perseguimos, encontrarás que hay cierta “selectividad” (si es que eso es una palabra correcta) en lo que hacen. Crean la capacidad para que puedan continuar haciendo lo que que saben hacer mejor. Esto a su vez, en realidad les hace incluso más atractivos para quienes les rodean y en sus esferas de influencia.

Entonces, ¿cómo dominar el decir no a buenas oportunidades para decir sí a las mejores? Cada situación es diferente, pero he experimentado que cuando tengo una idea clara de lo que es importante a largo plazo para mi familia y para mí, es mucho más fácil decir que no. Esto me conduce a donde sugiero deberías comenzar: con el final en mente. Sé que es difícil para muchos mirar más allá del día de hoy, pero es posible. Recientemente tuve la oportunidad de compartir más a fondo sobre el legado que construimos con nuestras vidas. Independientemente lo admitamos o no, todos estamos construyendo algo, pero cómo construimos hace una gran diferencia. Usé una ilustración para explicar esto: Imagínese un garaje bien organizado, con cajas que están claramente marcadas. Dos adultos de repente se acercan. Están bien vestidos y parecen estar bien preparados y educados. Estos son sus hijos. En otra escena el mismo garaje, pero en completo desorden. La basura está por todas partes y los dos adultos que se acercan están desaliñados y claramente desorientados. El momento es dos semanas después de tu muerte, y este es tu legado al mundo. ¿Cuál vas a elegir? Esto me lleva a este principio: Lo que eliges hoy, se va a reflejar directamente sobre cómo vas a terminar mañana. Todo está conectado.

Tener una perspectiva clara, te ayudará a decir “NO” a las oportunidades que podrían ser buenas, pero no grandiosas. Te ayudará a discernir el impacto que tendrá en tu legado. Podrías empezar por hacerte muchas preguntas como éstas.

  • ¿Cuáles son mis valores? ¿Qué es lo que me mueve?
  • ¿Hacia dónde nos dirigimos en la vida mi familia y yo?
  • Decir sí a esta oportunidad, ¿significará que mi tiempo y recursos se verán comprometidos más allá de mi capacidad? ¿Quién será privado de mi tiempo?
  • Mi familia, ¿será impactada por decir que sí? Esto, ¿podría hacerlo otra persona?
  • ¿Cuáles son las opciones?

Otra herramienta que uso es una matriz de decisión. Se trata de un proceso de asignación de valores a los factores más importantes para mí, para cualquier conjunto de opciones que pueda tener. Luego de sumarlos, el total mayor, es la respuesta más “lógica.” Puede solicitar un modelo aquí.

Aprender a decir “NO” debería ser una de las acciones que quieras aprender a dominar, porque determinará tu éxito o tu fracaso. Todos luchamos con esto, yo todavía lo hago, pero estoy mejorando cada día. Y algunas veces la opción más “lógica” podría no ser la que se termina escogiendo, pero podría ser la que trae la mayor paz para ti y para los que amas. Decir que no te llevará a una mayor capacidad y a un mayor propósito. Serás capaz de construir tu vida para las generaciones venideras, de forma inmensa, de forma hermosa y con un propósito.

Aprende a controlar la palabra de dos letras porque decir “No”, crea capacidad.

“RESPIRA con expectación, VIVE con confianza y MUÉVETE con valentía”

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© Copyright Danny Maldonado, 2012

No lleves tu promesa a un lugar seco


por DP

Téraj salió de Ur de los caldeos rumbo a Canaán. Se fue con su hijo Abram, su nieto Lot y su nuera Saray, la esposa de Abram. Sin embargo, al llegar a la ciudad de Jarán, se quedaron a vivir en aquel lugar.” Génesis 11:31 NVI

La historia revela un hecho significativo de la familia de Abram. Para él no era extraño el moverse de un lugar a otro. Aquí vemos que después de la muerte de uno de sus hijos, Téraj decidió mudarse a un lugar mejor, Canaán. Pero a lo largo del camino se detuvo en Jarán, y allí se estableció y murió. Él nunca vio la tierra de Canaán. La historia dice que Jarán era un lugar de comercio, un punto medio a Canaán, y tenía una vida de prosperidad aparente, pero su nombre significa muy seco, los años graves y perdidos.

También es importante decir que Téraj significa retraso, divagación. Así, que mientras se dirigía a Canaán, divagó y se estableció en Jarán. Retraso es el compañero de la divagación. El retraso es el compañero de los años perdidos. El retraso siempre divaga a los lugares secos.

Tú también podrías estar en una situación similar. Te dirigías hacia el lugar correcto, pero vagaste y te instalaste en otro. Te dirigías a convertirte en un profesional, pero te conformaste con una vocación más pequeña. Te dirigías a otra ciudad pero te quedaste en el lugar de la comodidad. Te dirigías a una vida maravillosa en el matrimonio, pero te conformaste con menos. Todo esto se verá años después, como años que se desperdiciaron y se vagaron en ellos.

No dejes que la demora dicte tus pasos. No dejes que la comodidad aparente te mueva lejos de su llamado. La demora llevará tu promesa a un lugar de sequedad y años de trabajo. La demora nubla tu visión del gran destino de tu vida. La historia se repite, todo el que se estableció en Jarán, trabajó y sufrió años de retraso, divagando en un lugar de aparente prosperidad, pero en realidad estaban en un lugar muy seco. Téraj llevó la promesa a un lugar seco. Abram y Sarai eran la promesa para el mundo, y ésta no podía florecer en un lugar seco.

Camina hacia tu llamado, no te detengas en Jarán. No te establezcas en la comodidad, en el ocio y en lugares improductivos. Su promesa es grande y Canaán te está esperando. Si la visión de tu vida está clara, por qué vagar por lugares que retrasarán la promesa de Dios para ti? Tu promesa se manifestará, y tu vida y el mundo serán mejor por ello. Dios te mirará desde el cielo y sonreirá.

No lleves tu promesa a un lugar seco.

“RESPIRA con expectación, VIVE con confianza y MUÉVETE con valentía”