por DP
El que había recibido las cinco mil fue en seguida y negoció con ellas y ganó otras cinco mil. Así mismo, el que recibió dos mil ganó otras dos mil. Pero el que había recibido mil fue, cavó un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor. Mateo 25:16-18
Jesús le refería a sus discípulos la parábola de los talentos. Un hombre de negocios le había dejado su dinero para que sus siervos cuidaran de él. A estos se les dio lo que en la moneda de hoy sería el equivalente a $150,000.00 por talento. ¡Una gran cantidad de dinero! Dos de ellos tomaron riesgos. ¡Grandes riesgos! Ellos negociaron y multiplicaron lo que les fue dado, pero el último que tenía un solo talento, lo escondió y jugó a lo seguro. La parábola continua diciendo que cuando el maestro se acercó y solicitó un informe, los dos primeros pudieron dar cuenta de sus negocios y resultados; por esto se les alabó y se les premió, pero el último sólo devolvió lo que le se le había dado, sin ni siquiera intereses, y a éste se le amonestó y se le castigó; incluso lo que había sido dado, se le quitó.
A ti y a mi se nos ha dado mucho y tendremos que dar cuenta de ello. ¿Qué vas a decir cuando se te pida cuentas? ¿Qué ha de ser tu informe? La parábola tiene muchas enseñanzas profundas, pero una que se destaca es que Dios quiere que tomemos riesgos, que seamos valientes, audaces y firmes. Hizo que nuestra vida sea una aventura que refleje su carácter. Dios siempre busca fruto en nuestras vidas. Él espera resultado de todo lo que ha creado. Él es la definición de productividad. Él creó todo de la nada y nos ha hecho a su imagen y semejanza.
Este no es el momento de jugar a lo seguro, no es el momento para eso. Él te ha dado talentos y dones que debes utilizar y multiplicar. No tengas miedo de emprender nuevos retos y de utilizar al máximo los dones y talentos que Dios te ha confiado. Sí, puede que incluso te sientas incómodo porque todo no está “justo como quieres”, pero este podría ser tu deseo de controlarlo todo, y al hacerlo, puedes perder uno de los mejores momentos de tu vida. Pide a Dios su dirección y Él dirigirá tus caminos. Sueña en grande, ora mucho, sé valiente y sé audaz.
No quieres vivir una vida de: ¿debería?, ¿podría?, ¿sería? y morir. Mejor tratar y fallar que no tratar en lo absoluto. Este podría ser tu mejor momento, así que no hay lugar para jugar a lo seguro.
“RESPIRA con expectación, VIVE con confianza y MUÉVETE con valentía”
¿Quieres esta inspiración de café caliente por correo electrónico cada mañana? Ingresa tu e-mail para suscribirte en la parte superior derecha de esta página bajo el encasillado de “Subscribe” . ¿Te gusta este escrito y deseas compartirlo? Simplemente añade tu comentario abajo en “Leave a Reply” o compártelo en Facebook, Twitter, o por correo electrónico usando cualesquiera de los botones al lado de “Share this:”
© Copyright DP, 2011